El pueblo catalán decidió realizar la votación pese a que fue suspendido por la Justicia. El accionar de la policía para impedir el referéndum dejó un saldo de más de 300 heridos.
El gobierno catalán decidió organizar para este primero de octubre un referéndum local para que el pueblo decida la independencia o no de España, más allá de que fue suspendida por el Tribunal Constitucional y considerada ilegal por el Gobierno central de Mariano Rajoy.
Con esta disputa, los ciudadanos de Cataluña decidieron ir a votar y como la policía tenía orden de que se votara, el enfrentamiento violentó dejó 337 heridos de diversa consideración, aseguró el portavoz del Gobierno catalán, Jordi Turull.
Al mismo, tiempo, el portavoz pidió que a los heridos que denuncien los incidentes ante los Mossos d’Esquadra, la Policía autonómica de Cataluña.
“Un presidente del Gobierno cobarde ha inundado de policía nuestra ciudad”, afirmó con enojo la alcaldesa de Barcelona, Alda Calau.
Por su parte, en lo deportivo, Josep María Bartomeu, presidente del club catalán, realizó gestiones con la Junta de Seguridad, La Liga y la Federación Española de Fútbol para tratar de suspender el encuentro entre Barcelona y Las Palmas. Sin embargo, la liga española obliga al club blaugrana a disputar el encuentro.